Aprovechando que todavía estamos en ese momento del año cuando todo son buenos propósitos y menús con más kale y menos turrón, vamos a empezar esta sesión de preguntas y respuestas con el presupuesto para que con un poco de suerte, en 2022 nos cueste un poco menos llegar a fin de mes.
Son diez pasos, no tiene pérdida.
El presupuesto tiene tan mala prensa que la mayoría lo asociamos con privación, como si fuera un corsé en el que tuviéramos que enfundar nuestras lorzas navideñas a toda costa. Pero el presupuesto existe para ayudarnos, no para castigarnos. Al final, un presupuesto no es más que una radiografía de nuestra vida económica, y, como quien se hace un análisis de sangre, nos dará información para tomar decisiones que mejoren nuestra salud financiera. No es un enemigo, es un aliado que nos va a ayudar a conseguir nuestros objetivos.
Preguntaba una lectora cómo hacer un presupuesto mensual, pero lo ideal es hacer un presupuesto anual dividido en doce meses. Simple y llanamente porque enero, con sus rebajas, sus Reyes Magos, el Niño que nunca toca y su cuesta, no tiene que nada que ver con mayo, sus puentes, la declaración de la renta y el cambio de ropa de primavera-verano.
Para empezar con buen pie, la primera línea de nuestro presupuesto serán los ingresos. Si trabajamos por cuenta ajena, esto no tiene mucho misterio, pero, como bien preguntaba una lectora que quería saber cómo hacer un presupuesto si una es artista, para los autónomos tiene un poco más de enjundia. En función del tipo de profesión que ejerzamos prever nuestros ingresos será más fácil o más difícil, pero hay dos cosas que nos pueden ayudar a centrar el tiro:
Luego, en función de cómo vaya avanzando el año, iremos refinando nuestras previsiones de ingresos. Acordaos también de que el IVA no es un ingreso vuestro, sino de Hacienda para no tener sustos con las declaraciones trimestrales.
Como este año vamos a coger el toro financiero por los cuernos, no vamos a esperar a ver si sobra algo a final de mes para empezar a ahorrar, sino que vamos a planificar nuestro ahorro desde el principio como los profesionales del gremio. Podemos empezar con un 10% de nuestros ingresos o con cualquier otra cantidad que nos parezca razonable y asequible. Lo importante es la constancia, no hay cantidad demasiado pequeña.
Para los autónomos, el ahorro lo calcularemos sobre nuestros ingresos netos, es decir, después de descontar los gastos de nuestro negocio o de nuestra actividad profesional.
Ahora que ya tenemos nuestra fila de ingresos y nuestra fila de ahorro, hay que ponerse con los gastos. Para facilitarnos esta labor tan desagradecida podemos utilizar varios trucos:
Para los autónomos, de cara a planificar los gastos de vuestro trabajo, habrá que tener en cuenta que, si planeáis vender más este año, los gastos variables, que son los que dependen de lo que vendas o produzcas, también aumentarán en proporción. Los gastos fijos, en cambio, serán iguales facturéis más o menos, por eso es importante que los separéis cuando hagáis vuestra planificación de gastos.
Hay una serie de gastos que tendemos a olvidar y que nos pueden descuajeringar el presupuesto. Para que eso no pase, no os o olvidéis de incluir:
Lo bueno de hacer un presupuesto es que, cuanto mejor lo hagamos, menos tendremos que ahorrar, porque menos cosas nos pillarán por sorpresa. Por eso es importante incluir todo eso que llamamos imprevistos, pero que también se puede planificar, como la reposición de los electrodomésticos, las derramas o las reparaciones del coche. Podemos asignarles una cantidad y, si luego no pasan, ya habrá tiempo de gastárselo en serums y otras viguerías de la cosmética moderna.
Y ahora que ya tenemos nuestros ingresos, nuestro ahorro y nuestros gastos planificados, llega la hora de la verdad, porque
Ingresos – ahorro – gastos = 0
Habrá meses negativos y meses positivos pero el año tiene que sumar cero. Si nos sale más que cero, significa que podemos ahorrar más y, si nos sale negativo, tendremos que cortar gastos o buscar formas de ingresar más. Lo bueno es que, si no nos salen las cuentas, tenemos tiempo para tomar medidas y que no llegue la sangre al río.
Hecho el presupuesto ya solo nos queda ir haciendo el seguimiento mensual para asegurarnos de que la realidad se parece por lo menos un poco a la ficción. Una vez al mes deberíamos sentarnos a ver lo que hemos gastado y ajustar nuestro presupuesto. No hace falta que el presupuesto sea perfecto desde el minuto cero, como bien dijo Machado, se hace camino al andar.
Al final, tu presupuesto es una foto de situación financiera y dice mucho de ti y de tu estilo de vida. Esto de las finanzas no es talla única, lo importante es que tu presupuesto te represente y que se ajuste a tus prioridades y a tus gustos para que el dinero se vaya en cosas que te hacen feliz y no en pagar multas de Hacienda.
Ingeniera de formación, financiera por vocación y especializada en el impacto económico del cambio climático. Ha trabajado en finanzas, en París, Madrid y Múnich, y en 2009 fundó MyValue Solutions la primera start-up española especializada en el desarrollo de teconologías Open Banking, que en 2021 fue adquirida por un grupo alemán. En 2021 publicó con la editorial Planeta, Invierte en ti, una guía práctica para gestionar mejor nuestro dinero y vivir más tranquilos.