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The fall of the Empire of Videoclubs |Almería's voice

Montar una tienda de vídeoclub, además de una moda, llegó a ser un negocio seguro. Surgían por todos los barrios y lo hicieron con tanta fuerza que aquella revolución parecía que había llegado para eternizarse. Nadie, a finales de los años ochenta, podía imaginar que una década después todo aquel imperio de las cintas de alquiler se iba a derrumbar como un castillo de naipes, hasta no quedar ni rastro. La caída del imperio de los videoclubs | La Voz de Almería La caída del imperio de los videoclubs | La Voz de Almería

El vídeo, que fue el paradigma de la tecnología, el último grito de la modernidad, envejeció en apenas diez años, barrido por ese vendaval imparable que fue la aparición de Internet.Those devices that we all had placed in the furniture, under the TV, became a past fashionable relic when the computers began to settle in the houses.

Atrás quedó la historia de un invento que nos cambió la forma de interpretar el tiempo libre.It happened at the beginning of the eighties, when in an old store in our neighborhood they opened a video club. Uno de los primeros que se instalaron en Almería fue el videoclub ‘Costasol’, que tuvo su primera sede en la Plaza Flores y después en la calle Gregorio Marañón. Por esa época montaron en la calle Soldado Español el videoclub ‘Almería’ y comercios importantescomo Electro-Altamira pusieron a disposición de sus clientes un servicio de alquiler de películas.

Los herederos de la generación del cine nos encontramos con un cambio radical cuando nos pusieron en nuestras manos la posibilidad de poder ver la película que quisiéramos sin movernos del sofá.The aesthetics of weekends began to change skin. La vieja estampa de los paseos por el centro y de las colas en las taquillas de los cines fue envejeciendo cuando se puso de moda acudir al videoclub de guardia, sacar una película y montar una reunión al calor de unos bocadillos y unas cervezas.The weekend was then started in the room of a video club and became common, especially in winter, renting two or three films to spend on Saturdays and Sundays watching cinema.

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La fiebre fue aumentando año tras año y no había barrio en Almería donde no convivieran al menos un par de videoclubes.Some bars converted the establishment and there were families that seeing the prosperity of the business, mounted their own family video club that served to put one more salary in the houses.

En 1983 abrió el videoclub ‘Mundial’, en la calle de San Francisco; el ‘Dacarxa’ en la calle Berenguel; el ‘Rex’, en la Plaza de San Pedro; el ‘Fontana’, en Alcalde Muñoz, el ‘Indalo’, en la calle Estadio del Zapillo y el ‘K-7’, en Hermanos Machado.The video club was a small sanctuary where one could find the old films that was already impossible to see again in theaters and also the premieres of the season. Era emocionante internarse en aquel laberinto repleto de carátulas y sobre todo, penetrar en la habitación prohibida donde se guardaban, con el misterio de la época, las películas eróticas.It was separated by a curtain to prevent minors could see the content that the wonderful room locked.One entered the pornographic room and the heart exploded in his chest, doubly excited by the treasures of that room and by the possibility of being discovered by an acquaintance. Entrábamos en el cuartillo a escondidas, con el mismo sigilo con el que años después fuimos a la sala del cine Gelu.Some of us became professors in eroticism by force of reading the covers of the movies in the video club.

Ir a sacar un video porno era una aventura repleta de grandes emociones y sobresaltos.You had to enter the prohibited room with dissimulation, at the time there was no one around the area.At the exit of the room, and with the loot under the arm, we tried to hide the cover so that no one saw the content;Then we had to go a bad drink in front of the counter, when we discovered ourselves before the owner to look for the desired tape. En esos instantes nos preocupaba lo que podía pensar de nosotros aquel hombre, que seguramente estaría diciendo en voz baja: “menudo golfo tengo delante”.