Hay jugietes que se quedan cogiendo polvo en un rincón y porían hacer feliz a otro niño/ Fotolia
La economía circular está cada vez más presente en las vidas de las personas. A la hora de vestirse, a la hora de adquirir artículos para la casa o para practicar sus hobbies favoritos y, por qué no tenerla también en cuenta con los juegos de los más pequeños. Hoy en día los niños tienen muchos juguetes, algunos no los utilizan más que una o dos veces, otros se les quedan pequeños rápido y los hay que directamente ni los miran. ¿Por qué dejarlos ocupando sitio en la estantería y cogiendo polvo, cuando pueden hacer felices a otros niños?
Además, hacer este ejercicio con tus hijos es importante, no solo porque es bueno que ellos mismos seleccionen con los que juegan, de los que se han cansado o los que quieren conservar a pesar de que ya son mayores para ellos; sino porque les puede aportar otros beneficios.
Pueden aprender mucho, pero seleccionar los artículos que se quedarán y los que se donarán o tirarán no es tarea fácil.
Hay jugietes que se quedan cogiendo polvo en un rincón y porían hacer feliz a otro niño/ Fotolia
Lo primero que hay que hacer es ir sacando los juguetes, ver con cuáles han jugado últimamente y cuáles ya se han quedado pequeños para ellos o sencillamente, ya no les gusta. En este punto es muy importante su ayuda, pero también hay que hacerles entender que, aunque les dé pena desprenderse de algo, ya no lo están utilizando y puede hacer muy feliz a otro niño.
Cuando se ha seleccionado lo que ya no se quiere, hay que ver lo que está en buen estado para poder dar y lo que no. Si es un puzzle, hay que comprobar que tiene todas las piezas; si es un juego, que tenga todos los elementos, etc. Los que no estén completos o tengan algo roto serán para tirar o reciclar, siempre que se pueda.
Ya están separados todos los juguetes y cuentos (que también habrá niños a los que les encantará recibirlos), ahora hay que prepararlos bien. Los juguetes hay que intentar limpiarlos, hay que lavar los peluches o la ropa de muñecos y comprobar que los cuentos no tienen páginas rotas. De hecho, si alguno tiene una tapa un poco despegada y se puede arreglar pegándolo de nuevo, también será una buena lección para ellos ver cómo con el cuidado correcto puede volver a estar como nuevo.
Ahora solo queda meterlos en una caja y buscar dónde puedes donarlos. Se puede preguntar en asociaciones como Cáritas, que tiene algún punto en el que los recoge o directamente, preguntar en la parroquia del barrio. Es probable que sepan si hay alguna familia en la zona que los agradecería. Otra opción es consultar con alguna asociación de las que trabajan con niños en hospitales.
En momentos en los que llegan muchos nuevos juguetes como pueden ser la Navidad o los cumpleaños, aprovechar para 'hacer limpieza' y dar una segunda vida a esos objetos con los que tu hijo ha pasado tan buenos momentos, debería ser una de esas tradiciones que todas las familias tengan instauradas.