En estado de shock y tratando de asimilar la que se les viene encima. Así se encuentran los comerciantes de Valencia que tendrán que adelantar desde hoy el cierre de sus negocios a las 18 horas, en lugar de a las 20 horas, En el caso de las salas de juegos de azar, bingos y gimnasios la indignación es total porque hoy ya no podrán recibir a clientes, ya que con las nuevas medidas sanitarias se han clausurado estos centros hasta el 4 de febrero.

Comerciantes como Rosana García, de la tienda de hogar y material de hostelería Dexe, explicó ayer que «como yo tengo en la tienda parte de productos de limpieza y droguería me dejan hasta las 20 horas, pero también tengo un restaurante y el cierre va a ser mortal. Me ha costado 30 años de esfuerzo y podemos perderlo todo». Y añade que «no queremos vivir de ayudas, lo que queremos es que nos dejen trabajar».

Vanessa Juárez, de la peluquería La Pelu,explica que «a la hostelería le van a dar ayudas, pero a nosotros qué». Y añade que «aunque digan que tenemos que cerrar a las 18 horas, una hora antes ya no podrás hacer ciertos tratamientos». Por eso, afirma que «antes de que nos reduzcan el horario, prefiero que nos cierren por completo y que nos den ayudas». Afirma que «nunca he pedido aplazamiento del IVA y ahora lo solicitaré».

Teresa Terradez, con una tienda de ropa infantil, Creaciones Ana, explica que «cerrar la tienda antes y no poder vender es una faena, y más en plenas rebajas. Abriré antes por la tarde para poder vender». Tanto Teresa como Elena Fabra, de la tienda de ropa Piana, aseguran que las nuevas normas les van a obligar a cambiar los horarios. Mientras la primera explica que probará abrir antes por la tarde, sobre las 16 horas, la segunda añade que ella por la tarde no abrirá «porque si mi horario de la tarde empieza a las 17.30 horas, no voy a abrir para media hora. Me tocará al mediodía cerrar algo más tarde».

En el bingo Puerta del Mar, Zuni Toledo, jefa de sala, explica que «primero nos recortaron el horario de las cuatro de la madrugada a la una. Luego pasó a las doce, luego a las diez y ahora directamente no nos dejan abrir, cuando cada vez que un cliente usa una máquina se limpia. En cambio, en el autobús o el metro no se limpia cada vez que sube alguien». Y se pregunta «ahora qué, volvemos a entrar en Erte, porque nos afectará a 30 personas».

En el club deportivo Arnau, Javier Arnau, detalla que «es un completo desastre. Consideran esencial un estanco y los centros deportivos, que son para mantener la salud, no» y añade que «no sabemos si podemos hacer un Erte, porque además, son una trampa porque si los gastos se nos comen, luego no puedes cesar ni despedir en seis meses. Deberían darnos ayudas».

En la academia de oposiciones Clockwork, Miguel Ángel Ruiz, detalla que «podremos seguir impartiendo teoría, pero como nos asimilan la parte práctica a actividad deportiva, no nos dejan. De modo que las 250 personas que tengo haciendo la preparación física para Policía o Bomberos no podrán venir hasta el día 4 y tendremos que darles tablas de ejercicios para que lo hagan ellos».

Ruiz añade que «nos han dicho que serán 15 días, pero veremos cuánto tiempo se alarga».

Silvia López, de Todobici, explica que «mucha gente no quiere coger el metro o el bus y va en bici. Estamos dando servicio que considero básico en la movilidad y nos hacen cerrar a las 18 horas» y añade que está preocupada por los comercios, como presidenta de Acipmar, porque «la gente está aguantando con créditos».

Tiene una tienda y un restaurante y explica que «no quiero ayudas, lo que pido es que nos dejen trabajar». Opina que «hay que vigilar a los que dan positivo y salen; los puntos donde se congrega gente y la aglomeración del transporte».

Elena opina que acepta las medidas porque no hay más remedio «y espero que no sea para más días porque tenemos miedo de que se prolongue». Apunta que por la tarde «no abriré sólo para un rato y me tocará alargar a mediodía».

Vanessa detalla que con el cierre a las 18 horas «ya no podré coger una hora antes a nadie para hacer mechas porque no da tiempo». Explica que «los hosteleros recibirán ayudas y nosotros no. Era preferible cerrar y que nos den ayudas»

Miguel Ángel detalla que «podremos seguir con las clases teóricas hasta las 18 horas, pero en la parte práctica nos asimilan con gimnasios y 250 opositores a Policía o Bomberos no podrán dar clases, les daremos tablas de ejercicios».

«Cada vez que se usa una máquina se limpia, en cambio en el bus y metro no se hace cada vez que sube alguien». Detalla que «primero nos recortaron de las cuatro de la madrugada a la una, luego a las doce y a las diez y ahora nos cierran».

Javier lamenta que «a un estanco lo consideren esencial, y a los centros deportivos, que son para mantener la salud, nos cierran». Añade que «nos deberían de dar ayudas para hacer frente a los gastos porque ingresos no tendremos».

Dice que adaptarán horarios y «abriremos antes». Añade que «la gente no quiere coger el bus ni metro y va en bici y nos consideramos un servicio esencial». Dice que «estoy preocupada por los comercios que están aguantando con créditos».

«Es una faena tener que cerrar antes y no vender, y más en plenas rebajas». Añade que «las aglomeraciones no están en los pequeños comercios» e indica que «abriré antes por las tardes para poder vender y veremos cuánto dura».

Así queda el toque de queda definitivo en Valencia. Así se puede hacer deporte con las nuevas restricciones en la Comunitat. Las nuevas medidas contra el Covid en los bingos, casas de apuestas y casinos de Valencia.