25 02
Las 5 cuestiones que no debes hacer al optar a un puesto de prevencionista
Autor: Javier García Lizama . Ingeniero Técnico Industrial. Técnico de Prevención

LAS 5 COSAS QUE NO SE DEBEN HACER AL OPTAR A UN PUESTO DE PREVENCIONISTA

Ya se sabe lo difícil que es hoy en día encontrar un puesto de trabajo y más concretamente para los jóvenes sin experiencia. En el mundo de la prevención de riesgos laborales el mercado de trabajo, como es sabido, está bastante saturado y son muchos los aspirantes para los pocos puestos que se ofertan. Además hay que decir que la profesión de prevencionista tiene sus aspectos negativos (https://prevencionar.com/2018/08/10/10-razones-para-no-ejercer-como-tecnico-en-prevencion-de-riesgos-laborales/) pero también tiene muchos alicientes que la hacen una actividad muy interesante y atractiva para poder trabajar en ello. Sin duda lo primero y fundamental para poder optar a un puesto de prevencionista es una formación lo más sólida posible y, como para cualquier trabajo, disponer de unas habilidades sociales y profesionales lo más desarrolladas posible, y por supuesto una buena actitud para desempeñarlo y verdadero interés en ejercer esta profesión. No obstante, además de esto, es importante cuidar ciertos detalles prácticos a la hora de presentarse a un proceso de selección para un puesto de prevencionista, en particular en las entrevistas. Recomendamos cinco de estos detalles (en formato inverso para dar sentido al titular del artículo) que pueden dar una mejor imagen del candidato y ayudar a conseguir el puesto de trabajo.

  1. Presentar un currículum en un formato anticuado. Los clásicos curriculums escritos con la relación de la formación y la experiencia profesional cada vez más están en desuso. Son fríos, en muchos casos imprecisos e inexactos y no facilitan el conocimiento de la persona ni la comparativa cualitativa con otros aspirantes. Hoy en día lo ideal es la entrega de curriculums o presentaciones en formato vídeo o similar en los cuales los candidatos se presentan y muestran sus supuestos valores personales y profesionales. En pocos minutos se pueden mostrar las habilidades comunicativas y expresivas del candidato, capacidades importantes en un buen técnico que deba impartir cursos de formación y realizar muchas entrevistas y reuniones con personal de todo tipo (trabajadores, empresarios, representantes de los trabajadores, inspectores…) en las que es muy importante contar con habilidades pedagógicas, de persuasión y de conciliación muchas veces de intereses opuestos.

Estos formatos modernos de presentación personal también demuestran, de alguna manera, que el candidato se maneja bien con las nuevas tecnologías y que tiene inventiva y creatividad, elementos también importantes en el trabajo preventivo.

No hay que olvidar que hoy en día en los procesos de selección de personal se analiza bastante el tipo de persona del aspirante y las posibles cualidades y habilidades que pueda aportar como profesional. No solamente se valora el nivel de formación, la cualificación profesional o la experiencia, hoy en día comienzan a tenerse en cuenta muchas otras cosas (https://prevencionar.com/2019/09/17/la-gestion-de-las-emociones-en-el-lugar-de-trabajo/).

Los seleccionadores hoy en día también rastrean en las redes sociales públicas de los aspirantes para ver si averiguan algo al respecto de su personalidad, intereses e inquietudes que puedan ser tenidas en cuenta para ser seleccionados. Hay que tener cuidado con esto.

  1. Presentarse a una entrevista de trabajo demasiado trajeado/arreglado. Lo de la imagen visual (vestimenta, aspecto…) sigue siendo importante en las entrevistas de trabajo, pero en general va perdiendo relevancia. Este aspecto depende más de la propia persona que realiza la entrevista que de protocolos o procedimientos de selección. Ir excesivamente arreglado a una entrevista de trabajo, en general, hoy en día no se valora del todo bien, pues da la sensación de que el candidato se ha vestido expresamente de esa manera sólo para la entrevista y por tanto que es un “disfraz” y por ello se puede considerar como una especie de engaño. Lo mejor es vestirse y arreglarse como habitualmente uno se viste y se arregla en su vida normal y habitual, con naturalidad sin exageraciones. Eso muestra una forma de sinceridad ante el entrevistador y se hace más creíble y honesto. Además, para el puesto de técnico de prevención, una vestimenta demasiado arreglada puede dar la sensación de cierto estiramiento del candidato y generar la duda de si podrá adaptarse convenientemente a algunos entornos agrestes en los que va a tener que trabajar (fábricas, granjas, obras…). En cuánto a elementos ornamentales y estéticos (piercing, barbas, tatuajes…), en principio no deberían tenerse en cuenta por el entrevistador en el proceso de selección, aunque siempre puede haber prejuicios y manías. Nuestra recomendación es respetar la imagen y la presencia natural y normal de cada uno, tratar de ocultar o disimular alguno de estos elementos estéticos puede generar desconfianza en el entrevistador si se da cuenta de ello. Lo único que si se debería indicar, si se pregunta por ello, es que por razones de seguridad o de higiene, si se estaría dispuesto a modificar tales elementos, por ejemplo recogerse el pelo en entornos industriales (si se tiene largo claro) o quitarse pulseras o collares en trabajos de revisión de máquinas o similares, algo lógico y razonable.
  2. Engañar acerca de los conocimientos y/o la experiencia que se tenga en trabajos similares al que se opta. Si el entrevistador es bueno, puede descubrir fácilmente los engaños del candidato en este sentido. Por ello, si algo no se conoce lo mejor es decir que no se ha trabajado nunca con eso. Por ejemplo, si no se ha trabajado en riesgos psicosociales o en ergonomía, es mejor dejarlo claro, es fácil descubrirlo y la impresión de un engaño así no es muy favorable.

Si que es importante poner en valor los conocimientos que si se tengan. Incluso aún cuando no pregunten por ello, se puede uno explayar sobre alguna cuestión si se conoce a fondo con los tecnicismos necesarios. Por ejemplo si se ha trabajado en coordinación de actividades empresariales puede hacerse referencia a los procedimientos al respecto o si se ha trabajado en higiene industrial pueden comentarse los métodos de evaluación aplicados. Esto dejará en el entrevistador la impresión de que al menos teóricamente se conocen elementos importantes para desempeñar el trabajo. Por supuesto, lo importante en este punto es dejar claro que en todo caso se tiene la predisposición para aprender lo necesario para el adecuado desempeño del puesto.

  1. Mostrar unos hábitos y conductas de vida en contra de la seguridad o la salud. Para optar a un puesto de prevencionista, cuidar ciertos detalles en este sentido puede ser importante en la valoración que haga el entrevistador. Hoy en día en general se miran bastante los hábitos y comportamientos como personas de los aspirantes a un puesto de trabajo. En particular se valoran hábitos y conductas de vida sana y saludable y compromisos sociales y medioambientales. Y para el puesto de prevencionista quizá se miren con más detalle estas cosas, ahora que los técnicos de prevención se dedican a cosas más allá de la propia prevención de riesgos laborales, como la seguridad vial, la promoción general de la salud, la motivación y satisfacción laboral, el bienestar de los trabajadores o la responsabilidad social corporativa. Por eso, durante la presentación y las entrevistas deben cuidarse los detalles referidos a estos aspectos. Por ejemplo algo importante seria evitar mostrar que se fuma (aunque si se pregunta no se debe mentir, pudiendo decir que se tiene intención de dejarlo), o también tener el cuidado de respetar las normas de tráfico al acudir a la entrevista (ir en motocicleta sin casco o en coche sin cinturón de seguridad no son muy buenas credenciales para optar a un puesto de prevencionista). Del mismo modo, de debe tener respeto absoluto a las normas y medidas de seguridad de la empresa a la que se opta (por ejemplo circular por los recorridos señalizados, ponerse casco en alguna visita si es necesario, etc.). No se trata tampoco de presentarnos como realmente no somos, pero si confirmar con estos detalles nuestros principios y compromisos con la seguridad, la prevención y la salud, circunstancia que pensamos que es importante para ocupar un puesto de prevencionista.
  2. Preguntar al entrevistador directamente sobre las condiciones laborales (salario, horario, horas extras, disponibilidad, aportación de vehículo o teléfono…) que se van a tener no suele gustar mucho en general. Hay quien piensa que se debe ser claro en este aspecto y preguntar claramente, es una forma de honestidad que además puede evitar ciertos problemas posteriormente en el desarrollo del trabajo. El seleccionador lo puede ver como una actitud positiva por parte del aspirante en el sentido de que lo vea como alguien que no se aventura en un puesto sin tener datos precisos de sus condiciones laborales. No preguntar por estos aspectos puede dar la sensación de excesiva necesidad de acceder al puesto y eso no da confianza de entrada.

Por su parte también hay quien piensa que preguntar directamente por las condiciones laborales puede verse como que al aspirante solo le importa eso o le importa en exceso y eso puede indicar que quizá no tenga la suficiente motivación por el puesto en sí, sino por su salario o su horario y eso puede mostrar de entrada poca capacidad de adaptación y de compromiso.

No obstante, dejamos que cada uno gestione esta cuestión de forma particular según sus ideas y criterios.

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