Agentes del sheriff de San Diego ingresaron a una mujer transgénero en una celda con tres hombres, uno de los cuales la golpeó tan severamente que le fracturó la mandíbula, según una nueva demanda presentada contra el Departamento del Sheriff.

La demandante, identificada en los documentos judiciales como Kristina Frost, necesitó múltiples cirugías y aún no se ha recuperado del todo, alega su demanda.

“Lamentablemente —y previsiblemente— uno de los hombres de la celda atacó con saña a la señorita Frost”, afirma la demanda. “Sus golpes con el puño cerrado en la cara de la señorita Frost resultaron en graves lesiones corporales, incluyendo una mandíbula rota, que hasta ahora ha requerido dos cirugías para repararla”.

El Departamento del Sheriff no respondió inmediatamente a las preguntas sobre la demanda o el incidente en la cárcel.

El litigio también nombra al ayudante del sheriff Mason Cassidy como acusado. Dice que fue una de las personas que se cree que tomó la decisión de trasladar a Frost a la celda con tres hombres.

Cassidy no respondió a una solicitud de comentarios realizada a través de la oficina de prensa del Departamento del Sheriff.

La decisión de trasladar a Frost a una celda con tres hombres parece violar un comunicado de formación emitido por el Departamento del Sheriff en febrero que dice que “un detenido debe ser llevado a una instalación que coincida con la identidad de género del detenido”.

La primera frase del boletín dice: “La política del Departamento del Sheriff del Condado de San Diego es recibir, evaluar, alojar y proporcionar una custodia segura y humana a todas las personas, incluidas las personas transgénero, intersexuales y no binarias. Los miembros de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, queer/questionados (LGBTQ+), están entre los que corren más riesgo de sufrir incidentes de abuso sexual”.

En la denuncia no queda claro qué llevó a Frost a ser detenida por los agentes.

Cuando fue detenida y fichada, Frost llevaba ropa de mujer, afirma la demanda. Los registros del DMV de California y su licencia de conducir la identifican como mujer, afirma la demanda.

“A pesar de esto, los agentes de policía confundieron repetidamente el género de la señorita Frost, tanto en persona como en los informes oficiales que documentan la agresión que dio lugar a este caso”, dice la demanda.

Según la demanda presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos a principios de este mes, se suponía que Frost era una acusada de reserva y liberación, lo que significa que estaba acusada de un delito menor y no debería haber estado bajo custodia durante un período prolongado de tiempo.

Pero después de llegar a la Cárcel Central de Hombres el 25 de noviembre de 2020, Frost fue trasladada de una celda de detención a otra con tres hombres ya dentro. Se mantuvo aislada y finalmente se quedó dormida, pero fue despertada por un hombre que la golpeaba, dice la demanda.

Según la demanda, que pide daños y perjuicios no especificados, uno o varios agentes observaron la agresión y no trataron inmediatamente de detener el ataque.

“La señorita Frost vio a uno o más agentes detenerse fuera de la celda antes de entrar para intervenir”, dice la demanda. “Los agentes acabaron sacando al agresor de la celda y lo metieron solo en otra celda de detención”.

Frost pasó entonces más de 12 horas bajo custodia sin recibir atención médica, según la denuncia judicial.

Tras ser liberada, acudió a un hospital y se le diagnosticaron dos fracturas en la mandíbula. Necesitó dos cirugías y se le cerró la boca con vendajes, según la demanda.

“La señorita Frost sigue sufriendo estas lesiones y ahora debe llevar dentadura postiza”, afirma la demanda.

La demanda de 12 páginas acusa al sheriff Bill Gore y a su personal de mando superior de fomentar un entorno peligroso en todo el sistema penitenciario del condado de San Diego.

La demanda señala que el condado de San Diego tuvo la tasa de mortalidad más alta entre los condados más grandes de California, con más de 140 reclusos que murieron tras las rejas entre 2009 y 2019, hallazgos publicados en una investigación de seis meses por The San Diego Union-Tribune hace dos años.

Los funcionarios del Departamento del Sheriff han disputado la metodología de las estadísticas de la tasa de mortalidad de la cárcel, diciendo que las cárceles del condado de San Diego no son valores atípicos en comparación con los sistemas de cárceles comparables en el estado.

La demanda también cita detalles específicos sobre los reclusos perfilados por el Union-Tribune, incluyendo casos que resultaron en acuerdos legales multimillonarios pagados por los contribuyentes del condado de San Diego.

“La agresión de la señorita Frost fue el resultado previsible de que el personal del departamento ignorara información crítica, no protegiera a las personas bajo el cuidado del condado y no vigilara adecuadamente a las personas bajo el cuidado y la custodia del condado”, dice la demanda.

El condado de San Diego aún no ha respondido ante el tribunal a la demanda federal, que ha sido asignada al juez Roger T. Benítez. El caso fue presentado por el abogado de San Diego Trenton Lamere.