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Las prendas, fórmulas y looks clave para interpretar la tendencia hiper femenina de 2020

    Con un nuevo año por delante, sin olvidar que nos encontramos también ante el punto de partida de una flamante década nueva, los amantes de la moda y el estilo nos afanamos en buscar esas prendas que tengan un impacto positivo y duradero dentro de nuestros guardarropas. Las pasarelas nos lanzaron algunas pistas de lo que será la primavera/verano 2020, incidiendo en la importancia de los armarios cápsula y un deseo de albergar piezas más clásicas y atemporales, que duren más allá de unas pocas temporadas y que precisamente entronca con los planes que ahora mismo están entre las principales prioridades de las grandes casas de la industria de la moda y el lujo: la sostenibilidad y el impacto de la moda sobre el planeta. En este sentido, y ya sumergidos en un plano puramente estético, hay atuendos y estilos que han permanecido casi inmutables a lo largo del tiempo, a pesar de las numerosas revisiones que han experimentado según la perspectiva de las modas de cada época. La estética tradicionalmente entendida como femenina y asociada a la mujer en su sentido más amplio llega a 2020 dispuesta a imponerse sobre otras corrientes que encierran un significado más funcional y utilitario, incluso más ambiguo, en tanto que se perciben más complicadas de serdiferenciadas entre los patrones masculino y femenino. Sí, los diseñadores y las pasarelas vuelven a explorar las siluetas y perfiles históricamente vinculados a la mujer y no escatiman en apostar por esos elementos delicados, románticos o naïf que la tradición patriarcal ha venido endosando al sexo femenino a lo largo de los siglos, configurando una de las grandes tendencias de moda de 2020.

    Más allá de las connotaciones estereotipadas basadas en el sexo, la realidad es que los volantes, las faldas largas, los encajes, las lazadas, los plisados, los volúmenes y otros detalles típicamente femeninos han inundado los diseños de las propuestas para la temporada estival de este inicio de década, con la intención de devolver esa dosis de elegancia y delicadeza perdida años atrás. Y de qué manera, porque la tendencia hiper femenina que va a triunfar bebe de épocas esplendorosas en la vestimenta tradicional femenina como los años 70 más burgueses, el romanticismo victoriano o los años 90 más minimalistas, sin renunciar además al uso de otros códigos masculinos y que tan bien se interpretan sobre el cuerpo de una mujer. Bien, todo esto que te contamos ¿cómo se interpreta? Como siempre, nos hemos puesto a investigar y fruto de nuestra exploración, hemos seleccionado algunos de los looks, fórmulas, detalles y prendas concretas en que puedes traducir esta gran tendencia de moda. Quédate a tomar nota y disfruta.

    La falda de vuelo larga

    En tejidos como la seda, el chiffon o el crepé que son un auténtico sueño. Si la puedes combinar con una blusa romántica (con mangas farol, cuellos con bordados preciosistas, cuellos bebé) potenciarás el efecto ultra femenino, pero si te parece too much, opta por bodys y tops ceñidos en alguna textura especial como el lamé.

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    El vestido midi con lazada al cuello

    Las prendas, fórmulas y looks clave para interpretar la tendencia hiper femenina de 2020

    Bien en clave seventies con cinturón de cadena y botas altas, bien al estilo de los años 80 con grandes hombreras cuadradas, los vestidos fluidos y con delicados cuellos con lazada serán uno de tus básicos para defender la corriente hiper femenina con propiedad.

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    Tendrás el impacto asegurado con diseños envueltos en suaves estampados pastel o tonos lisos cercanos a la gama de los tierra, camel o caramelo, y ganarás puntos extra si la falda incorpora un elegante plisado.

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    El vestido blanco

    Uno de los iconos de la primavera/verano que se revisita con mangas voluminosas, volantes extra grandes, detalles de encaje de guipur, texturas semi transparentes (organza, encajes), micro volantes... La pureza e inocencia se recuperan a golpe de tendencia.

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    El dúo de blusa romántica con chaleco

    Para más señas, un chaleco sastre sobre una blusa de seda super delicado, uno de los máximos exponentes de la estética neoburguesa con tintes seventies. Lo puedes llevar sobre una falda fluida midi, un pantalón de pata elefante o incluso unos sencillos vaqueros de tiro alto, uno de nuestros looks favoritos.

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    El vestido prairie

    Los vestidos recatados continúan rompiendo esquemas dentro de la moda y siguen vigentes como uno de los mejores ejemplos de la tendencia de lo femenino de 2020. ¿Las claves? Cuellos altos, mangas victorianas, estampados florales bucólicos y largos hasta el tobillo o los pies, que siguen conquistando al más puro estilo de 'Little house on the prairie'.

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    El boho más seventies

    Vestidos de croché, vestidos estampados a media pierna y conjuntos de falda fluida y blusa que se rematan con complementos que nos transportan a los años 70 más bohemios: sombreros de ala ancha, botas altas, bolsos tipo alforja de cuero y pañuelos estampados para llevar en la cabeza que marcan definitivamente una nueva era en la estética boho.

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    El traje sastre con micro shorts

    La noche se pinta sofisticada y sexy a partes iguales. Dior y Chanel apuestan por hot pants (micro shorts) en compañía de blazers, tops y blusas elegantes envueltas en tejidos brillantes muy glam. ¿En los pies? Botas extra altas o sandalias de tacón infinito que se llevan con medias de cristal.

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    Transparencias

    Faldas de chantilly blanco, los vestidos lenceros más sugerentes... Las veladuras que insinúan piel bajo la vestimenta son una de las consignas del nuevo sexy dentro de la tendencia hiper femenina exploradas por Alessandro Michele en Gucci y Jonathan Anderson en Loewe.

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    Las mangas voluminosas

    Casi que sin ellas la tendencia se queda huérfana, así que búscalas en mini vestidos de estampados naïf, vestidos largos de lunares con lazos negros y detalles joya bordados, incluso vestido camiseros en blanco nuclear, que te ayudarán a elevar tu registro en las ocasiones más especiales.

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    El look preppy años 70

    La esencia college que todas conocemos y hemos practicado, pero con la nueva década se reinventa según se interpretó hace casi cinco décadas: chalecos de punto o de paillettes, blusas con cuellos statement y mangas en contraste y mini faldas románticas con volantes. ¿Lo que no puede faltar? Unos mocasines con tacón ancho y hebilla metálica que son fieles a la estética de los 70 más auténticos.

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    El vestido ultra romántico

    Una auténtica fantasía de volantes, transparencias de tul y organza, bordados preciosistas de flores y mangas y faldas voluminosas, joyas, superposiciones y aplicaciones de plumas, inunda uno de los estandartes de lo tradicionalmente femenino. Ficha los ejemplos de Simone Rocha, Erdem o Valentino si quieres ceñirte a la escuela romántica más purista.

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    El mini vestido de volantes

    Entre los vestidos largos y a media pierna, todavía hay hueco para versiones mini muy frescas y juveniles, para más señas, ribeteadas con volantes sutiles y en colores dulces como el menta o el rosa candy de Giambattista Valli.

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    El vestido fluido

    Etéreos, flotantes y ligeros son los vestidos que sueña Victoria Beckham en sus propuestas primaverales de 2020, en los que explora los caramelo y toffee más dulces, pero también los tonos más luminosos como el verde más intenso de la primavera.

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    Minimalismo sensual

    De la mano de Givenchy y magistralmente interpretado por Kaia Gerber. Los años 90 más femeninos se practican con bralettes y micro tops con toques de cuero en faldas y pantalones.

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