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Adele habla sobre su nuevo álbum, su divorcio, y el gran renacimiento

Entonces ella está bien. Aparentemente, ha vivido resguardada en California con su hijo, Angelo, y una manada de mascotas. Su estilo de crianza evolucionó como el de todos los demás. "Yo les digo: ‘¡Pónganme a mi hijo en Zoom! ¿Es demasiado pronto para beberme un spritzer?". Él me responde: ‘Quiero ser un YouTuber’. Yo le digo: ‘No soy la persona adecuada para ayudarte en eso’. La escena es instantáneamente fabulosa. En un momento, la conversación se centra en el exministro de Salud Matt Hancock, cuyo romance en horario de oficina con una amiga que había contratado con dinero público, lo obligó a renunciar en el verano pasado. En modo Peggy Mitchell, Adele añade: The dirty sod! [frase en inglés británico para referirse a alguien no muy agradable]. Luego, presumiblemente imaginando todos los titulares en la prensa inglesa a la mañana siguiente, cambia el semblante y se asusta un poco, antes de encogerse de hombros y cerrar el tema con un simple: Whatever!

Así que todos podemos respirar aliviados. Adele sigue siendo Adele. ¿Cierto? Con el honor de ser la primera persona en plantearle preguntas, me atrevo a cuestionarle sobre dónde se encuentra ahora la reina del desamor de 33 años, que ya no tiene 19, 21 o 25. "Siento que este álbum es sobre la autodestrucción", responde cuidadosamente. "Luego es de autorreflexión y de una especie de autorredención. Pero me siento preparada. Realmente quiero que la gente escuche mi versión de los hechos esta vez". Habiendo dicho esto, hurga en su bolso y me entrega un par de AirPods.

Adele habla sobre su nuevo álbum, su divorcio, y el gran renacimiento

Bajo el cálido sol de la hora del té, los primeros acordes de una canción de la que todavía no quiere revelar el nombre resuena en mis oídos. Un arreglo lento y meditativo, entonces - ¡pum! - esta voz, su grandiosa voz. “Ten cuidado conmigo…” suplica el coro, que muestra versos que recuerdan su tensa infancia, su matrimonio perdido y las lecciones aprendidas y desaprendidas sobre la familia, el amor y el abandono que vivió en el camino. No estoy segura de que alguna vez haya tenido una voz más fina. Sentada frente a mí, examina nerviosamente el horizonte y lanza sonrisas de una calidez tan genuina que me encuentran totalmente desprevenida. Para el producto de algo más allá de un divorcio, debo decir que se trata de una canción realmente conmovedora.