¿Te preguntas cómo usar gris en tu ropa sin parecer anticuado o poco creativo?
Ser una persona gris no es cool, pero el color en realidad es un gran aliado a la hora de vestir y definitivamente necesitas una cuantas prendas en este color, en especial si los colores pastel, los estampados ruidosos y las piezas exageradamente llamativas no te hacen muy feliz (porque sabes que ese cuento se vuelve viejo muy pronto).
Además del negro y el azul marino, el gris es un color clásico, versátil y neutro, lo que significa que los puedes combinar fácilmente y con muchos otros tonos, además de que puede ser casual o elegante y no se ensucia tan rápido como el blanco y los colores más claros.
Es hora de darle un lugar importante al gris en tu clóset, y no solo porque es un gran color que puedes encontrar en distintos tonos, sino porque es el básico que realmente puedes llevar todo el año sin morir de calor o frío. Es una gran alternativa para los trajes, para darle un toque retro y moderno a los tenis, para un suéter básico o para una sudadera que se puede convertir en tu favorita (tanto para quedarte en casa como para salir).
Este color es neutro, balanceado y tiene un aire cool que no deja de ser sofisticado cuando tiene que serlo (no por nada es el color que fue elegido para crear la primera sudadera de la historia). E su libro Colours for Your Every Mood, Leatrice Eiseman dice que: “Los grises representan fuerza sólida y longevidad, una asociación derivada del color del granito y la grava, la piedra, la pizarra y la roca; de monumentos, pilares y templos antiguos que han resistido los estragos del tiempo y la tecnología”.
Además, los psicólogos dicen que los colores tienen un efecto en lo que pensamos y en cómo percibimos a una persona, y en el caso del gris, lo que se percibe es confianza y calma (aunque, en tonos más oscuros, lo que vemos es misterio y fuerza), así que nadie va a querer huir de ti si lo llevas puesto.
Cómo usar gris sin ser aburrido: 5 formas básicas