Prendas que hoy parecieran ser tan normales como un par de pantalones o llevar el cabello cortito eran considerados no aptos para mujeres hace unas décadas.
Afortunadamente hubo mujeres, y hombres, que se atrevieron a romper con los ideales de la belleza femenina y optar por la comodidad y la libertad como lo fue el caso de los pantalones para mujeres que impulsó Coco Chanel o el corte bob que resultaba mucho más práctico.
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Por eso, enlistamos diez cosas en la moda que son en realidad, un símbolo de revolución femenina y que, con el paso del tiempo, nos han ayudado a ser libres y sentirnos cómodas con nosotras mismas.
La minifalda es probablemente, el símbolo de revolución sexual más conocido. Esta falda, por encima de las rodillas permitía a las mujeres de la década de los 60 tomar ventaja de la liberación sexual y femenina de la época.
Aunque aún se debate quién la creó (hay quienes se la atribuyen a Mary Quant y otros a André Courrèges), la falda corta fue adoptada por todas las mujeres, desde estudiantes hasta jugadoras de tenis.
[Mary Quant usando un mini vestido en 1966. Foto: Wikicommons]
Aunque los pantalones tienen siglos de existir, no fue sino hasta los 1900 que las mujeres pudieron usarlos. Incluso, una mujer, Luis Capetillo, fue arrestada y juzgada ¡por usarlos en público!
Fue en la Segunda Guerra Mundial cuando, debido a la necesidad de que las mujeres ayudarán con ciertas tareas y a la crisis económica que comenzó a normalizarse su uso. Incluso, Coco Chanel fue una de las precursoras del uso de pantalones y quien les dio un toque elegante. Ahora, son unos favoritos de muchas por su practicidad y libertad que nos da usarlos.
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[Coco era fanática de usar pantalones. Foto: Wikicommons]
Hablando de Coco Chanel, es ella a quien le debemos el traje sastre compuesto de falda recta y saco. Este diseño lo ideó la francesa con el objetivo de que las mujeres que lo usaran fueran tomadas en serio.
Otra de las invenciones que le debemos a Coco es el bolso colgado al hombro y no en la mano, como solía acostumbrarse en el siglo XIX. La fracesa decidió agregar una correa larga a sus creaciones con el objetivo de dejar las manos libres para más actividades o incluso, andar en bici. ¿Te queda duda de que Coco era una feminista? Conoce más de ella aquí.
En la década de los 60, el brasier se convirtió en un símbolo del movimiento feminista luego de que en varias protestas a finales de la década incluyeran quemas de brasieres como señal de liberación y fin de las ataduras convencionales.
Y es que el brasiere, al igual que el corsét, solían ser prendas rígidas que limitaban el movimiento de las mujeres con el fin de “lucir más atractivas”. Actualmente, puedes encontrar todo tipo de bras y hay quienes han decidido no usarlo en señal de liberación.
El cabello cortito, tipo pixie o bob, nació como señal de contracultura en la década de 1920. Surgido entre las ‘flappers’, el cabello cortito desafiaba la idea de que una cabellera larga era señal de belleza femenina.
Al llevar el cabello corto, no sólo estilizaban más la figura, sino que también se libraban de las horas de estarlo peinando y podían disfrutar más sus actividades.
[La actriz Louise Brooks fue de las primeras en Hollywood en usar ese atrevido corte de cabello. Foto: Wikicommons]
Este traje de baño de dos piezas representó un cambio de paradigma al hacer que las mujeres tuvieran más libertad de moverse al momento de nadar al mismo tiempo que derrumbó los ideales de que una mujer no debía mostrar su cuerpo. Puedes conocer más de su historia aquí.
La versión con pantalones del traje sastre se le atribuye al diseñador francés Yves Saint Laurent, quien en 1966 presentó “Le Smoking”, un conjunto de pantalón y saco para mujeres inspirado en el clásico smoking masculino.
Desde entonces se ha considerado un atuendo de empoderamiento femenino a tal grado que políticas como Hillary Clinton o más recientemente, Kamala Harris, lo han usado para enviar poderosos mensajes.
Las típicas camisas de franela a cuadros son, aunque no lo creas, parte de la revolución femenina y es que durante la década de los 90, fue este tipo de prenda que ayudó a eliminar los géneros en la ropa.
Gracias al ‘grunge’, cualquiera sea hombre o mujer, usaba las camisas a cuadros con un par de jeans y tenis. La barrea del género desapareció.
Si bien no es una prenda que usemos a diario, sí se ha convertido en un símbolo universal para pedir por el aborto seguro y legal.