Una nueva directiva del Vaticano generó indignación entre las “Novias de Cristo”, un grupo de mujeres católicas que -sin ser monjas- permanecen vírgenes toda su vida como un regalo a Dios. Después de que la Iglesia publicó un documento en el que sugirió que la virginidad no es un requisito indispensable para ser consagrada, la Asociación de Vírgenes Consagradas de los Estados Unidos manifestó que se sintieron impactadas y están “profundamente decepcionadas”.

Las vírgenes consagradas son mujeres solteras que ofrecen su virginidad como un regalo a Cristo y dedican tiempo a la penitencia, trabajos comunitarios y a la oración. A diferencia de las monjas, no viven en conventos ni usan una ropa particular. De hecho, la mayoría tiene un trabajo y se mantiene con su propio sueldo.

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La nueva directiva del Vaticano respecto de la virginidad consagrada se publicó en el documento Ecclesiae Sponsae Imago. En la publicación de 39 páginas, la Iglesia dio instrucciones para acceder a ser una mujer consagrada y, en una de las cláusulas, indicó que la virginidad real no es esencial para convertirse en virgen consagrada.

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“El llamado a dar testimonio del amor virginal, conyugal y fructífero de la Iglesia por Cristo no se reduce al símbolo de la integridad física. Por lo tanto haber practicado la virtud de la castidad de manera ejemplar, aunque es de gran importancia en cuanto al discernimiento, no es un prerrequisito esencial ni su falta impide ser admitida a consagrarse", indica el artículo.

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En un comunicado, la Asociación de Vírgenes Consagradas de Estados Unidos señaló que están "profundamente decepcionadas por la negación de que la virginidad integral es el fundamento esencial y natural de la vocación". “Es impactante escuchar de la Madre Iglesia que la virginidad física puede dejar de ser considerada un prerrequisito esencial para la consagración a una vida de virginidad", sostuvieron.