Moda, historia y teatralidad conviven en la colección Otoño-Invierno 2020/2021 de Moschino que dan alas a la infinita creatividad del genio Jeremy Scott.
Moschino esta vez se inspira en la corte real de María Antonieta para su desfile Otoño 2020.
Ahora debe reconocerse que para que una casa de moda de lujo imite la escandalosa estética de los derechos de la élite que se produjo antes del levantamiento democrático más influyente de la historia, luego enmarcarlo como un comentario político, podría verse como un caso de tener su pastel y comerlo, agregó.
Scott, sin embargo, negoció este doblerasero y consiguió zhoosh esas formas antiguas y estables chocando sus vestidosde alforja Marie Antoinette con la prenda de ropa de mujer más emblemática dela década de 1960 radical: la minifalda.
La mini alforja de Scott protagonizó bajo el maxi cabello en varias iteraciones: brocado dorado en denim, biker blanco, biker negro y toile de Jouy.
La revuelta, que tuvo lugar a finales del siglo XVIII, es recordada tanto por sus acontecimientos sociopolíticos como por la estética que reinó en la época.
Maria Antonieta, una de las figuras másrecordadas de todos los tiempos, es un ícono cultural de la historia (retratadapor varios artistas como Vigée-LeBrun, Martin van der Meytens y PaulDelaroche), del que Moschino se alimenta para crear una colección querepresenta la esencia más pura de la firma.
Los vestidos de alforja (propios de la época de Antonieta) reducen su falda y se convierten en minivestidos con alma ochenta.
Estos han sido, sin duda, los mayores protagonistas encima de la pasarela, pero no los únicos.
El estampado toile de Jouy, el patrón arquetípico del siglo XVIII que todos tenemos en mente, nos hace soñar con la belleza estética del rococó.
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— FleishmanHillard Texas Fri Jul 24 16:48:59 +0000 2020
Scott extendió su jugueteo a través de laiconografía pasada con moteros, faldas, abrigos y vestidos hechos con parchesde tela de terciopelo de muebles de colores vivos y escenas de princesasaparentemente tapizadas con más ingenios de anime.
Entonces, a pesar de toda esa charla de lucha en la cima, ¿cómo puede un desfile de modas cambiar el mundo? “Todo lo que puedo hacer es ofrecer un respiro”, dijo Scott.
Prueba de ello fue que, con su vestido de rosas glaseadas, Gigi Hadid tal vez nunca se había visto tan eufórica en la pista, girando vertiginosamente hacia los gritos de la multitud.
Dicen que un momento en los labios es igual a toda una vida en las caderas, y las caderas que se muestran aquí eran tan anchas como la pista misma.
Sin embargo, todos en el salón Moschino esta noche rugieron y gritaron por el placer de atiborrarse de servirse los dulces inventivos de Scott.
Si hay algo que deja claro Jeremy Scott encada propuesta es que viajar al pasado, sea cual sea el momento histórico, parainspirarse es una de sus mejores habilidades.
Scott otorga el toque años a la propuesta empleando chaquetas de cuero (convertidas en vestidos de forja), tejidos satinados llenos de brillo, hombros bien marcados y colores vibrantes y llamativos.
Asimismo, emplea un estampado que recuerda al tapizado de los muebles clásicos bañado en terciopelo de mil colores.
El uso del tul en algunas faldas, discreto pero presente, afirma que es una tendencia que sigue muy viva.
En cuanto a los detalles, los lazos, los guantes de satén, las botas XXL acordonadas y los cake bag han sido los reyes de la pista.
Casi al final, el estadounidense, que ha despedido el show de Moschino con un cabestrillo en el brazo izquierdo formado por un tejido satinado en color rosa (todos los detalles cuentan).
Presenta con una serie de diseños y a modelos enfundadas en lo que parecen ser incómodos vestidos, que se pasearon como si fueran enormes tartas de tres pisos y luciendo peinados desorbitados propios de la era.
Los dos últimos looks, en los que vemos Gigi Hadid en un vestido de corte cocoon formado por mil flores y a la que sería una novia en la imaginación de Scott, cierran un show que recuerda a la época más brillante de creadores como Galliano, reseñó trendencias.com.
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